Un ciudadano es apaleado y queda condenado a vivir en una silla de ruedas de por vida. Otro ciudadano es golpeado brutalmente. Una joven recibe golpes y patadas televisadas en el Metro de una gran ciudad. Un joven es asesinado en el Metro de Madrid y otro se encuentra en situación preocupante tras las heridas recibidas.
No son hechos aislados. Son la expresión de un mismo fenómeno. Grupos organizados alientan el racismo, la xenofobia, el recurso a la violencia.
La libertad y la democracia no son un regalo sino una conquista. La libertad, la democracia, son el marco de convivencia que permite defender la igualdad, la justicia y los derechos sociales.
La libertad y la democracia son incompatibles con la violencia. Es más, implica la renuncia expresa al uso de la violencia y, muy especialmente, la violencia contra las personas.
Quienes alienta, amparan y defienden el uso de la violencia deben recibir el mensaje de tolerancia cero desde la actuación policial, desde el ámbito de jueces y fiscales. Desde la legislación y la actuación de las Administraciones Públicas en todos sus niveles.
Deben recibir, sobre todo, el rechazo social más contundente y amplio.
Es intolerable la situación de violencia que se vive en algunas calles de Madrid, sin que nadie haga nada. es cierto que somos tolerantes con muchas cosas, pero con la violencia nunca más.
Con la violencia nunca