Los datos de producción industrial vuelven a reflejar una caída importante. La crisis se inició en el sistema financiero, destrozó el sector inmobiliario, deterioró el consumo de servicios y ahora entra de lleno en la industria. Hay que actuar cuanto antes y contener el impacto de la crisis sobre las empresas y las familias, al tiempo que preparamos una salida sólida para nuestro tejido productivo y nuestro empleo.