Por fin presentamos el vídeo del Encuentro de Eduardo Galeano, organizado por la Fundación Ateneo 1º de Mayo de CCOO de Madrid.
EL PODER ECONÓMICO DE LA PALABRA.
noviembre 6, 2009Escuchando al siempre ameno Carlos Berzosa en la conferencia inaugural de las Jornadas sobre la Transposición de la Directiva de Servicios de la Unión Europea, he aprendido cosas como éstas.
Hay quien sostiene que la economía es una ciencia. La economía, efectivamente, requiere conocimientos matemáticos, la econometría, la estadística y hasta viene bien saber algo de geografía y medios de producción. Sin embargo todos estos instrumentos quedan sometidos a la capacidad de análisis y la agudeza en la elaboración de propuestas que resulten acertadas para solucionar problemas reales. Aquí entra en juego la subjetividad y aparecen las discrepancias. Una ciencia en la que entran en juego tantos factores humanos, incluidos los ideológicos, merece cuando menos el calificativo de ciencia humana.
Aceptemos que las ciencias juegan un papel importante en los estudios económicos, pero ahora centrémonos en un planeta vertebrado en torno a la globalización de los mercados. La economía se convierte en la nueva religión, con sus dogmas, sus ritos, sus paradigmas. Cómo interpretar si no el valor que concedemos a palabras como déficit público, competitividad, productividad, o libre mercado.
Como toda religión que se precie tiene sus corrientes ortodoxas y sus herejes, sus cismas y sus guerras de religión. George Lakoff, cuando publica su libro “No pienses en un elefante”, viene a decir simple y llanamente, no aceptes el lenguaje y los paradigmas del adversario, porque el éxito de los neoclásicos, neoliberales o neocon, estriba en buena medida en su capacidad de hacernos interiorizar su lenguaje y su punto de vista.
Por ejemplo, crecimiento económico e igualdad no son incompatibles. Las “verdades” económicas no son universales, cambian continuamente. Hasta los economistas son tremendamente versátiles y pueden cambiar de bando varias veces a lo largo de su vida. Subir la presión fiscal no nos hace menos ricos, porque eso depende de la equidad en el reparto de las cargas fiscales y menos impuestos significa menos gasto público, lo cual crea un círculo vicioso que dificulta, por ejemplo, salir de la crisis.
Mitos, leyendas económicas, santuarios, altares, como el del libre mercado y la privatización de los servicios públicos. Con demasiada frecuencia damos por hecho que los servicios privatizados funcionan mejor, cuando la experiencia nos dice un día sí y otro también que una vez privatizados muchos servicios pierden calidad, generan más inseguridad en la ciudadanía y más precariedad en el empleo.
La crisis que vivimos ha noqueado a los economistas neocon. Su forma de entender la economía no sólo no ha evitado la crisis, sino que está en el origen de la misma. El seños Díaz Ferrán, pidiendo un paréntesis en la economía de mercado es un buen ejemplo de lo sonados que quedaron estos sectores en un primer momento, pasado el cual han retornado como zombis sedientos de carnaza. Aducen que la culpa no es del mercado, sino de los reguladores del mismo. Ahí tenemos al mismo Díaz-Ferrán, al que no le importa el intervencionismo del Estado, o de entidades financiaras sometidas a tutela y derecho público como Cajamadrid (de la cual es miembro de su Consejo de Administración), cuando se trata de salvar sus empresas, pero que reclama nuevos agujeros en los cinturones de los trabajadores, nuevos contratos más precarios, nuevas reformas laborales, más privatizaciones, menos cotizaciones sociales (paso precio para revisar el sistema de pensiones) y menos impuestos para los empresarios, aún a sabiendas de que vivimos en un país en el que los ricos no pagan.
No aceptamos ese lenguaje, ni esas formas, ni esos paradigmas. No aceptamos al elefante, símbolo de los republicanos americanos, como animal de compañía. Por eso les vamos a decir, una vez más NO y BASTA en la Movilización General que recorrerá las calles de Madrid el próximo 12, del 12, a las 12.
Francisco Javier López Martín
Secretario General CCOO de Madrid