Hay hombres que ganan con los años. Hombres estudiosos que siguen estudiando. Hombres que enseñan con convicción y ameno razonamiento. Hombres que, con el tiempo, aprenden de cuanto les rodea y enseñan con su ejemplo.
Uno de ellos me parece Carlos Berzosa. Profesor universitario, siempre atento a los cambios en las teorías económicas y en la sociedad. Siempre con uno, y dos, y tres libros en la cartera. En proceso de lectura, de relectura, de reflexión.
Llega a los actos con un guión más o menos pergeñado. Saca sus libros, lanza unas cuantas reflexiones como quien arroja chinitas en el estanque y espera a que las ondas concéntricas evolucionen, se crucen y entrecrucen, provocando nuestras ideas y nuestros sentimientos. Sus intervenciones amenas son un llamamiento para la acción, la transformación y el cambio.
Desde que es Rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa ha ganado mucho, porque sus intervenciones llegan más lejos y las ondas que provocan mueven más ideas y sentimientos. Eso le ha granjeado algunos problemas como las agresiones sufridas recientemente por parte de algunos airados estudiantes, o como los reproches de la Caverna por ceder el Salón de Actos Ramón y Cajal, de la Facultad de Medicina de la Complutense, para organizar el Acto de Apoyo a Garzón, a petición de CCOO y UGT.
Pero Berzosa se crece en estas ocasiones y en su saludo nos recordó que son tristes los tiempos en los que hay que defender lo obvio. Y la defensa de la libertad, la democracia, la libre expresión, o el derecho de reunión son consustanciales con el mundo universitario.
Garzón es profesor asociado de la Complutense. Uno de los baluartes de la democracia contra el deterioro ético y social que vivimos. Un juez íntegro, honesto y decente. Un motivo más para luchar por una democracia que nadie nos debe ni puede quitar.
Garzón, Berzosa, ese tipo de gente que gana con los años y se crece ante las injusticias. La gente que necesitamos.
Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid
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