Un parlamentario del PP en la Comunidad de Madrid señala, ataca, acusa, al Rector de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa, de utilizar fondos públicos malamente, de poco menos que malversar recursos y Carlos Berzosa, decide mandar una carta a sus trabajadores y trabajadoras explicando a qué se refiere el parlamentario de Aguirre, cómo y dónde se han utilizado los fondos que se han puesto en cuestión.
El susodicho parlamentario denuncia entonces a Carlos Berzosa por utilizar los datos de sus trabajadores para mandarles una carta. Al final la Agencia de Protección de Datos dice que Carlos Berzosa no tenía que utilizar los datos de sus trabajadores para mandarles una carta. La decisión de la Agencia es recurrible, por supuesto, pero ahí anda el parlamentario del PP sacando pecho porque ha metido mano, ni más ni menos, que la Rector de la primera universidad de España.
Ningún tribunal ha condenado a Carlos Berzosa por malversar fondos públicos, ni al parlamentario del PP por denuncias falsas, pero ahí queda el personaje dando saltos de alegría.
El mismo personaje, un conocido Aguirrista, vinculado a las FAES como Director General y luego Director del Área de Estudios. El mismo que actúa como “bocachancla” que se mofó del acento andaluz de Trinidad Jiménez, aludiendo a ayuntamientos como el de Vélez-Málaga, que le ha declarado persona non grata. El mismo que comparó los toros con la sardana “que mata de aburrimiento”. El que criticó el “ardor” de Celia Villalobos, a la que calificó como “chica Jesús Hermida”, por lanzar un insulto “hortera, histérico y gritón”, a la “mejor mujer política de la democracia actual”, como no, la Presidenta Aguirre.
El mismo que, también en el campo del PP, la emprendió duramente contra Iñaki Oyarzabal, Presidente del PP vasco y contra Nacho Uriarte, el líder de las Nuevas Generaciones, por defender a Bono y a Garzón.
La libertad de expresión es una cosa cuando la ejerce Hermann Terstch, Sánchez Dragó, el señor Sostres, en Telemadrid, o la propia Presidenta. Cuando, sin embargo, son otros los que expresan, informan, opinan, las cosas cambian y pueden verse perseguidos inculpados, condenados. Carlos Berzosa puede equivocarse, puede no atinar en algunas actuaciones o propuestas, pero es difícil poner en duda su honestidad personal y su honradez en la utilización de los recursos.
La decisión de la Agencia de Protección de Datos es recurrible. Pero en cualquier caso, que nuestro buen Carlos Berzosa, sepa que cuenta con nuestro apoyo y solidaridad.
Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid
Todos sabemos ya como son y quien se de por engañado es un hipócrita o no vivía aquí… Carlos Berzosa es un rector que esta llevando a la Complu por buen camino (los hay mejores, pero este no es malo) y les molesta.
Muchos de los «gestos» del gobierno de Aguirre me hacen pensar que creen que las cosas no van a ser fáciles en mayo del 2012 y están tratando de colocar gente de su cuerda en lugares estratégicos por si las moscas…
PD: ¿Por qué seguimos diciendo FAES y no FAlange ESpañola? ¿o no es así?
Salud y República.
No sé si saben que las cosas no van a ser fáciles, o si hacen todo lo posible para que sean fáciles. Su política más que de gestos es de mamporros, que luego, si hay mucho rechazo se quedan en amagos, pero hasta mejor ocasión. Un abrazo.