UN ACUERDO POR EL EMPLEO Y LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN TIEMPOS DE CRISIS.


CCOO acabamos de firmar un II Acuerdo con la UGT y la CEOE sobre Empleo y Negociación colectiva para los años 2012 a 2014. Un Acuerdo que adapta el anterior a una situación de crisis cada vez más grave, con efectos dramáticos sobre el empleo, con un paro que supera con creces los 5 millones de personas paradas y una actividad económica que vuelve a entrar en recesión. Todo apunta a que la economía española caerá de forma importante a lo largo de 2012.
Podemos seguir asistiendo al recurso fácil para muchos empresarios de despedir a trabajadores, o podemos abrir las puertas para negociar en las empresas los cambios en horarios, la distribución de la jornada, o la movilidad interna, respetando el grupo profesional y la titulación requerida, con la cualificación y adaptación que dichos cambios requieran en la formación.

Flexibilizar la distribución de la jornada laboral y el tiempo de trabajo de forma negociada, en función de las necesidades razonadas y con los controles laborales y judiciales necesarios, pretende evitar los despidos como la vía habitual de los ajustes empresariales.

Las rentas de los trabajadores vienen sufriendo pérdidas durante la crisis por varias vías como la supresión de retribuciones variables, o por la vía de bloqueo de la negociación de los convenios. En estos momentos, más de cuatro millones de trabajadores no han negociado su convenio colectivo, con las consiguientes pérdidas salariales.

Son no pocos los sectores empresariales y supuestos expertos tertulianos, que vienen planteando la desaparición del convenio colectivo para convertir las relaciones laborales en una selva en la que cada trabajador o trabajadora negocie sus condiciones de trabajo y salario con el empresario. Otros insisten en que los convenios se negocien empresa a empresa, sin que exista el paraguas protector de un convenio sectorial. Si tenemos en cuenta que el tejido empresarial se encuentra muy fragmentado en pequeñas y muy pequeñas empresas, las condiciones leoninas se convertirían en regla general para la inmensa mayoría de los trabajadores.

Por eso el Acuerdo incorpora el papel esencial del convenio de sector, sin perjuicio de que el mismo pueda ser adaptado, mediante negociación, a las empresas en sus necesidades productivas concretas.

En cuanto a salarios, el Acuerdo recoge, el crecimiento moderado de los mismos en torno al 0,5 por ciento en 2012, el 0,6 por ciento en 2013 y entre el 0,6 y el 1,5 por ciento, en función de un crecimiento de la economía española en 2014 que se mueva entre el 1 y el 2 por ciento.

El Acuerdo incorpora clausulas de actualización salarial si los precios crecen por encima del 2 por ciento fijado como objetivo por el Banco Central Europeo.

Los trabajadores y trabajadoras sufrimos de forma generalizada y desregulada, recortes de rentas en salarios y por subidas artificiales de los precios. Por eso, junto a la moderación en el crecimiento de los salarios el Acuerdo conlleva un esfuerzo en reinvertir beneficios empresariales en inversiones de reposición y ampliación de la actividad de las empresas, adecuación de los escandalosos sueldos de los altos directivos y ejecutivos y el necesario control de precios desde las Administraciones públicas.

Estos son algunos de los contenidos del Acuerdo firmado por UGT, CEOE, CEPYME y CCOO sobre Empleo y Negociación Colectiva. No es un acuerdo que solucione la crisis económica, ni que establezca nuevos contratos, o nuevas fórmulas de despido, como han intentado algunos sectores de la derecha económica, política o mediática. No es un acuerdo que solucione el problema del fraude fiscal, o de un sistema fiscal injusto. No soluciona el problema de activos sobrevalorados y tóxicos en el sistema financiero español.
Para salir de la crisis quedan muchos deberes por hacer en la política y la economía de este país.

Pero sí es un acuerdo que acaba con la intentona de destrozar la negociación colectiva en el país, desprotegiendo a millones de trabajadores. Un acuerdo que acota el esfuerzo de las rentas salariales y exige control de precios y beneficios empresariales.

Un acuerdo que firman dos partes, empresarios y sindicatos, y que supone un emplazamiento para que no sea el gobierno el que impone desde fuera una regulación de las condiciones de trabajo en las empresas.

No es la madre de todos los acuerdos, pero tampoco un acuerdo menor. Es un buen acuerdo que ojalá sirva para marcar un camino de solución negociada a los muchos problemas que nos quedan por delante, situando el empleo como objetivo prioritario de las políticas.

Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid

12 Responses to UN ACUERDO POR EL EMPLEO Y LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA EN TIEMPOS DE CRISIS.

  1. Hola Javier:

    En hora buena por el acuerdo. Yo tengo una hija de 15 años preciosa, si me dices donde negociáis esos acuerdos se la mando al jefe de la patronal para que se entretenga con ella, así, se irá acostumbrando y aprendiendo lo que tiene que hacer cuando trabaje gracias a los acuerdos de patronal y sindicatos.

    Adelante con vuestra rebeldía y muchas gracias por lo que hacéis a favor de la empresa, que es lo mismo que decir a favor de los trabajadores.

    Un fortísimo abrazo de agradecimiento

    Joaquín

    • ccooblog dice:

      No juegues con la imagen de tu hija, no creo que ella lo apruebe, ni que se deje mandar por tí a esos menesteres. Si quieres hablamos de la situación laboral de los jóvenes. Este acuerdo no lo soluciona, pero mantiene el papel del convenio colectivo para regular las condiciones de trabajo y negociar los cambios en jornada o en funciones dentro de la empresa. Hemos frenado las propuestas patronales de negociar empresa a empresa y trabajador a trabajador y eso no es poco en estos tiempos. Mira las reformas de la Tatcher en negociación colectiva que dejaron desprotegidos a la mayoría de los trabajadores. Lee el acuerdo y verás que es limitado a la negociación colectiva y que no impide mantener otras reivindicaciones para romper la precariedad laboral.

  2. alberto cañete dice:

    La verdad, no sé si se firmó el Acuerdo por convencimiento de su necesidad y futuros frutos positivos o porque no quedaba otro remedio que retratarse ante gobierno y patronal. A mí me parece que las perspectivas previstas son bucólicas (reinversión empresarial de beneficios, flexibilidad negociada, etc.) y no van a ser cumplidas en realidad. Sobre todo, porque no dependerá exclusivamente de la interlocución bipartita empresa-trabajadores, sino que tendrá que ver con la decisión del gobierno de ampliar las funciones y dotaciones presupuestarias a las Inspecciones de Trabajo, órganos de arbitraje y magistraturas laborales. Las empresas (no lo han hecho nunca y no lo van a hacer ahora…) no van a implicarse motu proprio en medidas que limiten su capacidad de acción ante el mercado laboral; los trabajadores y trabajadoras seguirán estando, cada vez más, al albur de decisiones arbitrarias de sus patrones, quienes tendrán manos libres para hacer y deshacer salarios, horarios, localizaciones geográficas, políticas de prevención, etc… A quienes, por otro lado, están en paro, se les consigue una expectativa laboral pero con deechos recortados y en inferioridad de condiciones respecto a quienes sí tienen un puesto laboral. Dos castas, dos clases…

    Y de la previsión social complementaria (planes de pensiones) ya ni hablamos…

    Llama la atención, además, la disparidad de opiniones sobre el Acuerdo y la posición sindical que se ha suscitado en el seno de la propia izquierda parlamentaria, donde Joan Coscubiela defiende (a su manera, eso sí) la firma y Alberto Garzón la denosta.

    Algo no funciona como debiera.

    Por último, no entiendo que se haya hecho oídos sordos a las múltiples manifestaciones de afiliados y afiliadas, delegados y delegadas, acerca de la inconveniencia de firmar el Acuerdo y proponiendo la oposición a las políticas neocon desde trincheras más reinvicativas y menos colaboracionistas.

    Recuerdo un chiste antíguo, donde un líder populista echaba mano en un mítin de la famosa cita: «El pueblo, unido, jamás será vencido». Desde el fondo, uno de los asistentes, vestido con un mono azul y sus manos manchadas de grasa, replica: «Sí, pero… ¿UNIDO A QUIÉN?»

    Me permito adjuntar este enlace a mi blog, donde publiqué una carta abierta a nuestro Secretario General el pasado día 5 de enero http://loquediceesetipo.blogspot.com/2012/01/esto-no-es-una-carta-los-reyes-magos.html

    La consecuencias, positivas o negativas, las veremos más pronto que tarde.

    • ccooblog dice:

      Agradezco tu comentario y respeto tu opinión, pero el sindicato es sólo una parte, importante, pero parte, de la izquierda social. Hay cosas que sólo se pueden solucionar desde la acción política de una izquierda, lo más unida posible y capaz de presentar alternativas creibles e ilusionantes. En eso coincido con Garzón. Igual que coincido con Coscubiela en que los sindicatos hacemos lo que podemos y debemos hacer en cada momento. Este es un momento en el que son muchos los que apostaban por destrozar la negociación colectiva para que cada trabajador acuda de uno en uno a negociar su salario y condiciones con el empresario, destrozando el convenio colectivo. Eso es lo que hemos frenado, mantenioendo el convenio sectorial de referencia y obligando a negociar en las empresas los cambios que se necesiten introducir, en función de su situación concreta. Eso no cierra ninguna reivindicación en precariedad, fiscalidad, sistema financiero , modelo productivo, etc. Por eso, sin ser la madre de todos los acuerdos, estamos ante el acuerdo necesario y posible. Ojalá tuviéramos enfrente a otros, pero tenemos lo que han elegido los ciudadanos.

  3. Mateo Morral dice:

    Gracias por volver a vendernos. Iremos a por vosotros.

  4. antonio dice:

    Decís si a la jubilación a los 67, a una generación que empezó a trabajar a los 14 oficialmente, en los pueblos desde que te salían los dientes, ahora esto.Si decís si a todo lo que dicen los patronos y los gobiernos ¿ PARA QUÉ ESTÁN LOS SINDICATOS? Que costáis una pasta eh

    • ccooblog dice:

      Para los que empezaron a trabajar a los 14 las cosas no han cambiado en materia de pensiones. Es más la edad media de jubilación en España está en los 63 años. Si empezaste a los 14

  5. Mateo Morral dice:

    Habeis perdido como sindicato toda credibilidad. Es cuestión de tiempo que empeceis a notar las consecuencias de vuestra traición.

  6. antonio dice:

    Recuerdo a Marcelino Camacho, mi vecino de Carabanchel y no os reconozco.SOIS señoritos por mucho que levantéis el puño.Tanta lucha para llegar a esto.

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