Mentiras sobre clima, modelo productivo y empleo

agosto 7, 2021

Abundan los anuncios en los que una empresa, un grupo de empresas del mismo sector, o un consorcio de empresas de lo más variadas,  anuncian su irrevocable compromiso con el medio ambiente y contra el cambio climático. Unos plantan un árbol si les entregas un móvil viejo y compras uno nuevo, otros reparten donativos a las más diversas causas, o plantan miles de árboles que en unos años serán cortados a cambio de cuantiosos ingresos.

Da igual que se trate de empresas energéticas que, como todos sabemos, andan contaminando los más recónditos rincones del planeta, o deforestando las ya no tan inmensas masas forestales, o puede que sean empresas de transportes que contaminan como si no hubiera mañana, o grandes fondos de inversión que maximizan beneficios, al tiempo que minimizan esfuerzos para proteger el medio ambiente, o la estabilidad social del planeta.

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Y nosotros inaugurando

febrero 25, 2021

Ya lo dice mi amigo Manuel,

-Con la que está cayendo y nosotros inaugurando.

Y es que uno de los grandes problemas de la vida política española (que es tanto como decir de la sociedad española), es que nunca tomamos nota de lo que hemos hecho en el pasado, sobre todo de los errores y ni siquiera de los aciertos. Nunca echamos cuentas, ni sacamos conclusiones. Nunca emitimos un juicio de valor. Nunca evaluamos.

Disfrazamos el pasado y lo idealizamos en lo bueno y en lo malo. Nos negamos el futuro porque esa falsa percepción del pasado impide intuir por dónde podemos abrir los caminos hacia cuanto de bueno nos queda por vivir, a nosotros y quienes nos sucedan.

El fugaz tiempo presente se nos escapa entre los dedos, como agua, como puñado de fina arena. Se precipita en constantes inauguraciones y reinauguraciones de cuanto ya fue presentado públicamente y que mañana carecerá de continuidad alguna. La efímera memoria lo hace hoy más posible que ayer.

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La cumbre del clima y el parto de los montes

enero 6, 2020

La Cumbre del Clima ha terminado. La que algunos habían denominado como la más importante, determinante, la cumbre de la ambición.  Durante un par de semanas nos hemos olvidado de las guerras que contaminan el mundo y destruyen a las personas y sus espacios naturales, o artificiales.

De los shuar amazónicos que vencieron a los incas y a los españoles y hoy están siendo masacrados para asegurar el negocio de las grandes corporaciones. Ven su agua convertida en pantanos productores de electricidad, sus recursos mineros de cobre expoliados, sus árboles talados, sus selvas convertidas en pastizales para ganado, o campos de agrocultivo de las multinacionales alimentarias. Su petróleo, su gas, sus vidas, su patria.

Hemos dejado a un lado la violencia del nunca desaparecido pinochetismo contra su pueblo que ya ha producido agresiones sexuales, detenciones arbitrarias, torturas, maltratos, uso indiscriminado de la fuerza, disparos directos a los ojos de los manifestantes. Son ya 300 los ojos perdidos en las refriegas. El informe de la ONU es demoledor, pero no existe si no se conoce.

Han desvanecido a Bolivia de las noticias. ¿Quién era Evo Morales? El golpe de estado, la impunidad con la que el nuevo gobierno quiere asegurar la barbarie ejercida por el ejército y la fuerza pública contra los indígenas, los pobres, los condenados de la tierra. Dejaron de ser noticia los incendios de la Amazonía brasileña promovidos de facto por Bolsonaro.

Se acabaron los naufragios de pateras en el Mediterráneo, los asesinatos de líderes populares en cualquier parte del mundo. Hasta las muertes de mujeres a manos de sus parejas, las agresiones sexuales, parecen menos, porque aparecen menos. Lee el resto de esta entrada »