Volver al colegio

agosto 24, 2022

Comencé mi carrera como maestro sin tener título, en aquello que llamaban repasos en la Escuela de Barbiana, creada por un curilla llamado Lorenzo Milani, en los montes florentinos. Los repasos consistían en echarle horas extraescolares voluntarias y gratuitas para ayudar a decenas de chavalas y chavales a hacer los deberes y reforzar las materias esenciales en un barrio de alto fracaso escolar como Villaverde Alto.

No tendría yo más de 16 años y no había comenzado aún a estudiar magisterio. Luego, cuando ya obtuve el título, pasé un breve tiempo en una academia, di clases durante un curso escolar en un colegio salesiano y  comencé a dar clases al año siguiente en el colegio San Roque de Villaverde Alto, el colegio de la Unidad Vecinal de Absorción (UVA), eufemismo de los inestables prefabricados que sustituyeron a las precarias chabolas.

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