Es de agradecer que, desde el mundo de la Universidad, en este caso 120 profesores y profesoras de la Universidad de Sevilla y Pablo de Olavide, se sostengan posiciones que ponen en cuestión muchas afirmaciones que oímos machaconamente, día tras día en bocas de miembros del PdT (Partido de los Tertulianos-Pedete), siempre atentos al flujo del dinero que emana del poder económico. Riadas de palabras que terminan por calar en las mentes conformando opiniones y marcando tendencias, aunque no tengan nada que ver con la realidad.
Cualquier tertuliano consigue que sus opiniones adquieran apariencia de verdad, por encima de las consideraciones que un estudioso universitario intente hacernos llegar.
Sostienen los profesores sevillanos, en una Declaración Pública, que la crisis ha sido provocada por el sistema financiero que ha convertido la especulación en principal fuente de beneficio. Por eso no saldremos de la crisis sin cambiar las reglas del sistema financiero, sin acabar con los paraísos fiscales sin establecer controles sobre la actuación de los bancos, evitando que impongan su funcionamiento a la economía mundial. Afirman que no son los ciudadanos los que deben pagar los platos rotos de los bancos.
Consideran que España sufre más la crisis a causa de Gobiernos que han consolidado un modelo de crecimiento basado en la construcción, la explotación irracional de los recursos naturales, la dependencia de grandes corporaciones. Si mantenemos este modelo no saldremos de la crisis.
Según estos 120 profesores universitarios, el poder de los mercados para imponer a las instituciones sus “soluciones”, pone de relieve la fragilidad de la democracia. Las recetas de los mercados suponen menos democracia, menos bienestar y menos justicia.
Lejos de considerar que las medidas impuestas por los mercados son las únicas posibles, lo cierto es que otros países utilizan otras vías para combatir la crisis. La imposición de los mercados conduce al desastre.
Lo primero que habría que hacer es devolver el crédito a las empresas y familias y para ello el Estado debe tener fuentes seguras de financiación. Es inmoral que los bancos obtengan dinero público al 1 por ciento de interés, para comprar deuda pública al 5 ó incluso al 10 por ciento. Necesitamos una banca pública, concluyen.
La Reforma Laboral sólo pretende debilitar el poder de negociación de los trabajadores y no crear empleo. Reducir salarios y rentas de la población es como querer salir de un hoyo tirándose de los pelos. Son estas rentas las que mantienen la actividad económica. Reducir rentas para aumentar beneficios empresariales y bancarios conduce a una dolorosa depresión económica.
Los recortes de gastos sociales no son eficaces, ni justos. Se pueden aumentar los ingresos sin hacer caer la carga sobre los más desfavorecidos, sino sobre los que provocaron la crisis, o los que disfrutan de ingresos o riquezas superiores.
Es difícil tomar decisiones diferentes a las que proponen la patronal o los banqueros, pero hay que escuchar la voluntad y las necesidades de la ciudadanía.
Es necesario promover el debate social, diálogo social, información veraz e independiente, desde los medios públicos de comunicación. Asistimos a un monopolio de ideas, difundidas en medios de comunicación privados, afines al poder económico y sus propuestas.
El compromiso de estos profesores universitarios es contribuir a que la sociedad tome conciencia de esta situación, de que las medidas que se están adoptando no permitirán salir de la crisis, porque sólo facilitan la recomposición de beneficios para los más ricos. Contribuir a difundir otras medidas, otras propuestas, otras formas de hacer frente a la crisis. Otras formas respetuosas con el bienestar y la justicia, además de ser más eficaces para superar la crisis.
Es de agradecer, reitero. Es de agradecer.
Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid