La llegada de la pandemia ha traído, paradójicamente, un pequeño respiro en la agresión que los anarco-capitalistas, libertaristas, ultraliberales y ultraconservadores redivivos (cada día me es más difícil diferenciarlos y entender sus variantes, derivadas, trasversales y cepas mutantes) protagonizan siempre contra lo público y muy particularmente contra el sistema de protección a las personas.
Tal vez la cantidad de personas muertas en las residencias, abandonadas a su suerte, siguiendo, al parecer, instrucciones de los responsables de gobiernos como el madrileño de no ser trasladados a los hospitales, ha hecho que los enemigos de lo público, hayan dejado para momentos menos sensibles y dolorosos volver a plantear cosas como que el gasto en pensiones es insostenible y que hay que dejar esos miles de millones de euros ahorrados por los trabajadores y trabajadoras en manos de aseguradoras y fondos buitres.
A fin de cuentas deben echarse las cuentas de que ya ganaron la guerra de la crisis global iniciada en 2008 y no tienen por qué perder este conflicto desencadenado por la pandemia mundial. Aunque vaya usted a saber, no tendría por qué ser necesariamente así si somos capaces de entender que las sociedades serán justas, equilibradas y sostenibles, o no serán sociedades.
Lee el resto de esta entrada »