Mayores, dependientes, abandonados

abril 11, 2024

Las personas mayores de 65 han superado hace ya un par de años los 9 millones en nuestro país. Más de 5 millones son mujeres y casi 4 millones son hombres. Ahora son algo más del 19 por ciento, pero en menos de 10 años superarán el 25 por ciento de la población total. Su esperanza media de vida supera los 83 años. En el caso de las mujeres esa esperanza de vida se acerca a los 86 años.

Más de 10 millones de personas, en España, perciben una pensión de la Seguridad Social, ya sea contributiva tras muchos años de trabajo, por incapacidad laboral, orfandad, o a favor de familiares. La pensión media es de 1.250 euros.

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Teléfono escacharrado

octubre 16, 2020

Es un juego de niños, el teléfono escacharrado digo, ya sabes, los niños y niñas están en fila, alguien dice algo al oído del de al lado en voz baja, éste lo repite al oído del siguiente y así sucesivamente hasta que el último repite lo que ha escuchado. Es un juego que causa mucha risa entre la chavalería por las tremendas confusiones que se producen en la trayectoria de los mensajes.

Parece que la pandemia nos ha devuelto a una infancia revenida y envenenada en la que cualquier comunicación entre partidos políticos se ha convertido en un teléfono escacharrado. Y eso aunque los empresarios y los sindicatos, negociando con el gobierno, han hecho todo lo que han podido para contener los efectos de la crisis, utilizando los ERTES para suspender temporalmente la actividad laboral, a la espera de que se restablezcan las condiciones para recuperar los empleos.

Han puesto en marcha, como mejor han podido, medidas a favor de la igualdad, de colectivos especiales como los autónomos, de las familias más desfavorecidas que han sufrido el golpe de no poder pagar los alquileres, de ver agotados todos sus ahorros, de haber perdido todas sus fuentes de ingresos. Lee el resto de esta entrada »


Mayores, pandemias y nuevas tecnologías

octubre 10, 2020

Vivimos más años, pero eso no significa que vivamos mejor. La pandemia nos ha demostrado que la vida de nuestras personas mayores estaba en peligro y no teníamos con qué defenderla. En el caso de España más del 95% de las personas fallecidas por coronavirus tenían más de 60 años.

Tal vez, antes de la tormenta, podríamos haber pensado en hacer fáciles los días de sus vidas, pero convertimos en  negocios sus años. Dimos la espalda a la vejez, a la muerte y nos volcamos en la vida eterna mientras dure, mientras dure el dinero y la juventud, o al menos el gimnasio y la clínica dermoestética, o la cirugía plástica, mientras el cuerpo aguante.

Quiero pensar que hemos aprendido, pero es posible y más que probable que no sea así, por eso vamos a necesitar aprender a escuchar entre tanto ruido, escuchar a las personas, escuchar a las personas mayores. Claro que necesitamos nuevos productos farmacéuticos, claro que vamos a necesitar mucha tecnología médica puntera, cada uno de esos inventos necesita abundante inversión que debe ser recuperada con precios extraordinariamente altos. Pero sobre todo vamos a necesitar que la innovación, la investigación y la inversión acudan deprisa a tapar el hueco de la atención personal de las personas mayores. Lee el resto de esta entrada »


Defender la vida de las personas mayores

octubre 6, 2020

El día 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas Mayores. Hace poco eran viejos, ancianos, alguien decidió cambiar las palabras, tal vez con la intención de que dar otro nombre a las cosas cambia la realidad, así, sin más ni más, así, como si fuéramos dioses y nuestras palabras cambiaran el mundo a nuestro gusto. Por eso, no viejos, no ancianos, sino personas mayores, personas de edad.

Es una idea de la ONU, desde 1991, capicúa, como parte de esas ansias bondadosas, bienintencionadas, buenistas, de dedicar un día a cada problema, para que ese día se hable del asunto en los medios de comunicación y las instituciones, ONGs, empresas, realicen declaraciones, inauguren cosas, presenten informes, cosas que remuevan conciencias, las tranquilicen después y las olviden el resto del año.

No soy un negacionista de los días mundiales, o internacionales, más bien al contrario, procuro aprovecharlos para leer sobre el asunto conmemorado, pensar un poco, sacar conclusiones, hablar del problema y hasta cabrearme, eso que algunos llamaron un buen día indignación. Procuro, incluso que la indignación vaya más allá de un día, una primavera y se mantenga en el tiempo. Lee el resto de esta entrada »


Aprender a cambiar en tiempos de pandemia

julio 27, 2020

La Inteligencia Artificial (IA) amenazaba con cambiar radicalmente los puestos de trabajo y la formación requerida por los trabajadores para desempeñarlos. El coronavirus ha supuesto la constatación definitiva de esta nueva realidad. Una buena parte de los trabajos han pasado a ser desempeñados de forma completamente distinta y los trabajadores y trabajadoras han tenido que aprender rápidamente y de forma autodidacta en muchas ocasiones.

Un buen ejemplo de esta situación ha sido el de los profesionales de la enseñanza y sus alumnos y alumnas. En el caso del profesorado porque ha tenido que adaptarse aceleradamente a dar clases no presenciales utilizando aplicaciones desconocidas hasta entonces y aprendiendo a motivar, impartir clases, preparar ejercicios, corregirlos y evaluar en la distancia y sin haber sido entrenados para ello. Los alumnos y alumnas porque (salvo aquellos que utilizaban medios informáticos en algunas asignaturas casi como un experimento) han pasado de los videojuegos a un proceso de estudio ordenado y sistemático online. Lee el resto de esta entrada »


Tiempos de pandemia y poesía

julio 27, 2020

Vivimos tiempos extraños, muy extraños, tiempos desconcertantes en los que los centros de salud siguen cerrados para la enfermedad y las terrazas de los bares abiertas para tomar copas. Tiempos en los que las listas de espera de pruebas médicas tienden al infinito mientras las playas se encuentran atestadas de gente obcecada por tirarse sobre una toalla y meter los pies en el agua de mar. Los viejos siguen enfermando y muriendo en sus casas y en las residencias mientras sus nietos se atracan de virus en los botellones y en los parques, dispuestos a compartirlos luego con la querida familia.

Un mundo de locos, hemos descubierto un mundo atrincherado contra sí mismo, contradictorio y obnubilado, capaz de imponer sanciones y multas por doquier un día, para llamar inmeditamente a una nueva normalidad que consiste en la vieja anormalidad con mascarilla.

Escucho al ministro de sanidad explicar que  tenemos controlada la pandemia hoy, hoy controlada, porque ayer nadie daba abasto para ingresar, diagnosticar, tratar, aplicar respiradores, morir dignamente, enterrar con dignidad. Ni mascarillas, ni guantes, ni batas y trajes protectores tenían nuestros sanitarios.

Ahora sí, hay que reactivar la economía. Dudo que hayamos controlado la pandemia, pero hay que decir que sí, ya hemos vuelto a la normalidad del futuro, un absurdo remake de regreso al futuro. Lo dicho, de locos, no hay quien lo entienda. Por eso me asombra que en este desenfreno de pasiones y bandazos incontrolables haya quien sigue leyendo e interpretando el mundo con voces de poesía. Lee el resto de esta entrada »


Mayores frente al coronavirus

May 12, 2020

La pandemia, esta peste moderna, nos ha invadido así, de golpe, de forma tan inesperada, sembrando el desconcierto. Pensábamos que el mundo se había desbocado porque la globalización y las nuevas tecnologías estaban acelerando de tal manera nuestras vidas, que no nos dimos ni cuenta de que los verdaderos cambios los produce la propia Naturaleza cuando despreciamos sus reglas, sus lógicas internas y despreciamos a los virus deseosos de expandirse por el planeta utilizando como transporte a los animales, hongos, seres humanos, bacterias y hasta otros virus.

El mundo que salga de este desastre no sólo será distinto, sino que tendrá que repensar seriamente sus relaciones económicas, sociales y las del género humano con el resto de los seres vivos del planeta. La primera tentación será olvidar deprisa y repetir la fiesta, como si nada hubiera pasado.

Pensando en un futuro deseable quiero detenerme en cómo han tenido que vivir (cómo viven aún) nuestros mayores este complicado proceso en el que nos hemos metido, no diré que sin comerlo ni beberlo, pero sí, al menos, sin olerlo, ni verlo venir por ninguna parte. Lo que ha ocurrido con las personas mayores (de otra manera también con los niños) les ha convertido en víctimas propiciatorias ofrecidas a los dioses de la muerte desbocada e incontrolable.

Se veía venir. Con cada vez mayor frecuencia queremos controlar la vida de nuestros mayores. Es cierto que hay motivos de seguridad en juego. Escuché recientemente a un hijo (experto en seguros) que las noches de su padre y sus frecuentes visitas al baño, sin atinar con el alejado interruptor de la luz, le habían acarreado varias caídas, sin consecuencias, pero con el temor de que llegue el momento en que esa caída sea más grave.

Encontraron una solución contratando uno de esos asistentes virtuales que permiten decirle al móvil que encienda la luz desde la cama y zas, la luz se enciende. Desde ese momento se acabó el problema de las caídas de su padre. Hasta aquí todo bien. El problema comienza cuando invadimos la intimidad de nuestros mayores y les colocamos un dispositivo para saber su qué, cómo, cuándo y dónde y hasta el por qué de cada momento de su día. Lee el resto de esta entrada »


Mucho miedo y muy poca vergüenza

abril 29, 2020

Me lo decía mi madre cuando liaba una trastada, me pillaba, yo compungido y ella,

-Mucho miedo y muy poca vergüenza

Me acuerdo de esto ahora, en este encierro forzoso que vivimos, cada casa se ha convertido en celda y pensar en el barrio de al lado, en el pueblo cercano, no te digo ya en una playa, una montaña, un viaje al extranjero, se me antoja como algo irreal, un sueño lejano, el recuerdo de un tiempo pasado que tal vez no vuelva.

Está muriendo gente, mucha gente, no más que otras veces, pero algo es distinto ahora, porque nos encierran. Algo es distinto ahora, puede que este nuevo virus con corona sea micho más peligroso porque es muy rápido en su difusión, de un país a otro, de una persona a otra, con enorme facilidad, además de ser muy selectivo, busca nuestros puntos débiles, los que ni nosotros mismos conocemos y se ceba con ellos.

Es muy rápido, hoy te sientes mal, mañana no tan mal y de repente, como dicen los médicos, estás comprometido, al borde del colapso. No hay tratamientos generalizados, no hay antivirales probados, no hay vacuna, ni la habrá hasta dentro de un año, como muy poco, así están las cosas.

Encerrados, confinados, aislados. O cortamos su avance o no hay sistema sanitario que soporte la presión de miles de pacientes en cuidados intensivos. Es cuestión de dar oportunidad y tiempo a los que más lo necesiten. Aquí tenemos el primer problema.

Mantenemos un buen sistema sanitario, pero empequeñecido, recortado en sus raíces, como los bonsais, con menos camas hospitalarias, menos profesionales y menos recursos. Los franceses cuentan con 6´5 camas por cada 1.000 habitantes, los alemanes con 8´3. Los italianos tienen 3´4, los españoles 3, los madrileños 2´7. Ahora adivina quien colapsará antes si las infecciones aumentan sin control. Alemania atiende enfermos de países cercanos, nosotros no alcanzamos a atender a los nuestros.

Si miramos los  profesionales sanitarios por cada 1000 habitantes, o el gasto por habitante, o el porcentaje de Producto Interior Bruto dedicados a sanidad pública, siempre estamos un poquito por debajo de Italia, muy lejos de la media, a enorme distancia de Alemania, Austria, Bélgica, o Francia. Siempre a la cola de Europa. Lee el resto de esta entrada »


Rojos contra el coronavirus

abril 20, 2020

-Resistiré para seguir viviendo, soportaré los golpes y jamás me rendiré

Es el himno que recorre las ventanas, los medios de comunicación, las redes sociales, infundiendo ánimo, valor y ganas de vivir. Con la que está cayendo no es poco, la verdad. Cada vez que se cruza en nuestro camino un desastre como el que vivimos nos agarramos a una imagen, una canción.

Nos lo recordó Basilio Martín Patino en aquellas hermosas Canciones para después de una guerra, aquella película sobre la música que abrió un resquicio de vida a nuestros padres, sobre todo a nuestras madres, en aquella larga posguerra de 40 años, una guerra prolongada por otros medios, con sus vencidos, humillados y ofendidos y sus vencedores soberbios, irascibles, dueños de la hacienda, la casa, el caballo y la pistola.

La canción se hizo famosa cantada por el Dúo Dinámico. De hecho, uno de sus miembros, Manuel de la Calva, es el autor de la música, pero la letra, esa que nos emociona en estos días,

-Resistiré erguido frente a todo, me volveré de hierro para endurecer la piel

la letra es de Carlos Toro Montoro, autor de 1.800 letras de canciones y periodista deportivo. Compuso esta canción pensando en su padre, Carlos Toro Gallego, combatiente republicano, militante del PCE, condenado a muerte por el franquismo y  con 17 años de cárcel a sus espaldas. Cuando escucho la canción en la televisión, o en los atronadores altavoces que algunos sacan por la ventana a las 8 de la tarde, en estos días aciagos, me pregunto cuántos conocerán esta historia. Lee el resto de esta entrada »


Coronavirus y sindicalismo internacional

abril 20, 2020

-Un fantasma recorre Europa: El fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma.

Qué tiempos aquellos,

(los del entonces desconocido y hoy olvidado Karl Marx)

en los que la lucha se entablaba clase contra clase y no contra ejércitos bien organizados de zombis mutantes que invaden nuestras células y las ponen en nuestra contra, no es que las clases hayan desaparecido, por más que haya quien se empreñe en convertirnos a todos en empresarios proletarizados,

(autónomos dueños de nuestra bicicleta de reparto y de nuestra fuerza de trabajo a base de cuádriceps, aductores, gemelos)

de hecho, desde los años 70 lo único que han hecho las clases es desplazarse en el imaginario, escondidas bajo la alfombra como si fueran basura barrida por el pasillo y los salones de una nueva cultura a la que unos llaman liberal, otros ultraliberal, neocon, postcapitalista y hasta colaborativa.

Estuvo bien mientras duró. Ha bastado un virus para desmontar el espejismo. No tenemos médicos, personal de enfermería, auxiliares, camas hospitalarias suficientes para contener el impacto. Menos de la mitad de camas por cada 1000 habitantes que Austria, o Francia y poco más de un tercio que los alemanes. La mitad de médicos, la mitad de personal de enfermería. Lee el resto de esta entrada »